A PROPÓSITO DE LA CONFERENCIA NACIONAL DE PAZ REALIZADA EN CARACAS, VENEZUELA: LO QUE ALGUNOS NO DIJERON
El pasado lunes 26 de febrero, el presidente Nicolás Maduro convocó a todos los sectores de la sociedad venezolana al Palacio Miraflores, con el objetivo de abrir un diálogo nacional que conduzca a cerrarle el paso a las expresiones de violencia y vandalismo, desatada a raíz de los llamamientos públicos a derrocarlo, realizados por algunos sectores de la oposición a su gobierno, estimulados por una arremetida de medios de comunicación privados desde los Estados Unidos y Colombia, principalmente.
Llama la atención como al llamado de un gobierno dictatorial y moribundo, como lo tildan estos medios de comunicación privados, responden de manera inmediata los sectores más representativos del país hermano, incluyendo a férreos opositores como la poderosa FEDECAMARAS y FEDEINDUSTRIA, algunos propietarios de medios de comunicación privados como VENEVISIÓN Y TELEVEN, la Conferencia Episcopal, el Grupo Empresarial Polar con su presidente a la cabeza, el sr Lorenzo Mendoza, 22 de los 23 gobernadores elegidos democráticamente y muchos alcaldes de todos los sectores políticos, Centrales Obreras, el Movimiento Campesino, la Conferencia Inter religiosa, los artistas organizados, el Movimiento Estudiantil y los presidentes de los partidos COPEI y El MAS entre muchos otros.
Llegaron cerca de 120 asistentes, que contaron con la moderación del Vicepresidente Ejecutivo Jorge Arreaza y la presencia del Presidente Nicolás Maduro.
Fue una discusión abierta a todos los temas, a la sinceridad y a la franqueza, al respeto y a la responsabilidad. Siempre pensando en Venezuela. El presidente Maduro abrió el debate llamando a tener en cuenta principalmente el respeto a la Constitución Política, un compromiso de no violencia y la defensa de la soberanía nacional.
Todos y cada uno de los intervinientes estuvieron de acuerdo en saludar, aplaudir y apoyar la iniciativa presidencial. Así mismo, en ofrecer sus servicios para impulsar los acuerdos y las iniciativas necesarias que eviten mayores actos de violencia.
Es de valorar la actitud de respeto y reconocimiento a las autoridades legítimamente constituidas, a las reglas de juego contenidas en la Constitución Política y al rechazo generalizado a la violencia y a los sectores que la están utilizando como instrumento de lucha política, para lograr quebrantar el orden constitucional.
Fue un debate franco y civilizado, en donde chavistas, opositores políticos, gremios empresariales, gobernadores y alcaldes, expusieron de manera tranquila y respetuosa sus puntos de vista y posturas divergentes frente, al no sólo acontecer de las últimas semanas, sino en general frente a las políticas y programas gubernamentales.
Hubo llamados al gobierno nacional a corregir errores, a abrir el dialogo a todos los sectores y a bajarle el tono al discurso oficial frente a sus opositores.
El presidente Maduro y sus escuderos, ministros, alcaldes y gobernadores principalmente, defendieron su obra y modelo de gobierno, criticaron fuertemente a sectores extremistas de la oposición, pero mantuvieron siempre una postura abierta y respetuosa, dispuestos al diálogo para corregir errores.
Una vez más quedaron en evidencia, ante todos los venezolanos, las grandes diferencias que existen entre los opositores y el gobierno de la revolución Bolivariana. Pues este evento fue transmitido durante cinco horas en cadena nacional, el cual generó una gran expectativa.
Fue una catarsis colectiva, que llevó a la gran mayoría de los asistentes a hacer reconocimientos a la labor del gobierno en algunos sectores y a señalar equivocaciones de parte y parte. Fue importante escuchar el discurso del presidente de FEDECAMARAS al reconocer el error cometido por la participación de este gremio empresarial en el golpe de estado desarrollado contra el presidente Chávez en el año 2002. Así como oír al presidente de la República, asumir el compromiso de investigar todos los hechos de violencia ocurridos hasta el momento, sin importar los autores.
Venezuela y los venezolanos siempre han demostrado ser gente de paz. Esta no es una sociedad violenta. Al contrario, sus mayores virtudes han sido la tranquilidad, el acogimiento a otros, la alegría y el desparpajo de su gente. Esto, a pesar de las furiosas campañas que medios privados de comunicación y algunos sectores políticos minoritarios adelantan 24 horas al día durante los últimos 14 años, tratando de crear zozobra, temor y miedo, frente a las actuaciones del gobierno bolivariano.
Queda demostrado que se tiene una inmensa capacidad para hacerle frente a las dificultades y de buscar su solución de manera colectiva; sobre todo cuando la violencia trata de prender fuego. Ellos saben bien, que esta enfermedad cuando ataca, afecta a todos por igual y que una sociedad enferma de violencia, es una sociedad inviable.
Tienen razones de sobra para alarmarse, pues en tiempos recientes han puesto al servicio de otros países, todos sus esfuerzos para que estos encuentren solución a tan grave problema, después de cargar a cuestas miles y miles de muertos. Centroamérica y Colombia, son un ejemplo.
La diferencia con nuestro país, es que los venezolanos prenden las alarmas a raíz de la ocurrencia de una serie de hechos violentos aislados que compromete solo el 5% de los 335 municipios, y que han dejado un saldo trágico de trece personas muertas. Nosotros en cambio, según las cifras oficiales, han sido contabilizados 200.000 mil compatriotas asesinados en 50 años de conflicto a lo largo y ancho de nuestra patria y no ha sido posible todavía unir al país, en la búsqueda de una solución definitiva.
Wilfredo Cañizares Arévalo
Febrero 28 de 2014
Llama la atención como al llamado de un gobierno dictatorial y moribundo, como lo tildan estos medios de comunicación privados, responden de manera inmediata los sectores más representativos del país hermano, incluyendo a férreos opositores como la poderosa FEDECAMARAS y FEDEINDUSTRIA, algunos propietarios de medios de comunicación privados como VENEVISIÓN Y TELEVEN, la Conferencia Episcopal, el Grupo Empresarial Polar con su presidente a la cabeza, el sr Lorenzo Mendoza, 22 de los 23 gobernadores elegidos democráticamente y muchos alcaldes de todos los sectores políticos, Centrales Obreras, el Movimiento Campesino, la Conferencia Inter religiosa, los artistas organizados, el Movimiento Estudiantil y los presidentes de los partidos COPEI y El MAS entre muchos otros.
Llegaron cerca de 120 asistentes, que contaron con la moderación del Vicepresidente Ejecutivo Jorge Arreaza y la presencia del Presidente Nicolás Maduro.
Fue una discusión abierta a todos los temas, a la sinceridad y a la franqueza, al respeto y a la responsabilidad. Siempre pensando en Venezuela. El presidente Maduro abrió el debate llamando a tener en cuenta principalmente el respeto a la Constitución Política, un compromiso de no violencia y la defensa de la soberanía nacional.
Todos y cada uno de los intervinientes estuvieron de acuerdo en saludar, aplaudir y apoyar la iniciativa presidencial. Así mismo, en ofrecer sus servicios para impulsar los acuerdos y las iniciativas necesarias que eviten mayores actos de violencia.
Es de valorar la actitud de respeto y reconocimiento a las autoridades legítimamente constituidas, a las reglas de juego contenidas en la Constitución Política y al rechazo generalizado a la violencia y a los sectores que la están utilizando como instrumento de lucha política, para lograr quebrantar el orden constitucional.
Fue un debate franco y civilizado, en donde chavistas, opositores políticos, gremios empresariales, gobernadores y alcaldes, expusieron de manera tranquila y respetuosa sus puntos de vista y posturas divergentes frente, al no sólo acontecer de las últimas semanas, sino en general frente a las políticas y programas gubernamentales.
Hubo llamados al gobierno nacional a corregir errores, a abrir el dialogo a todos los sectores y a bajarle el tono al discurso oficial frente a sus opositores.
El presidente Maduro y sus escuderos, ministros, alcaldes y gobernadores principalmente, defendieron su obra y modelo de gobierno, criticaron fuertemente a sectores extremistas de la oposición, pero mantuvieron siempre una postura abierta y respetuosa, dispuestos al diálogo para corregir errores.
Una vez más quedaron en evidencia, ante todos los venezolanos, las grandes diferencias que existen entre los opositores y el gobierno de la revolución Bolivariana. Pues este evento fue transmitido durante cinco horas en cadena nacional, el cual generó una gran expectativa.
Fue una catarsis colectiva, que llevó a la gran mayoría de los asistentes a hacer reconocimientos a la labor del gobierno en algunos sectores y a señalar equivocaciones de parte y parte. Fue importante escuchar el discurso del presidente de FEDECAMARAS al reconocer el error cometido por la participación de este gremio empresarial en el golpe de estado desarrollado contra el presidente Chávez en el año 2002. Así como oír al presidente de la República, asumir el compromiso de investigar todos los hechos de violencia ocurridos hasta el momento, sin importar los autores.
Venezuela y los venezolanos siempre han demostrado ser gente de paz. Esta no es una sociedad violenta. Al contrario, sus mayores virtudes han sido la tranquilidad, el acogimiento a otros, la alegría y el desparpajo de su gente. Esto, a pesar de las furiosas campañas que medios privados de comunicación y algunos sectores políticos minoritarios adelantan 24 horas al día durante los últimos 14 años, tratando de crear zozobra, temor y miedo, frente a las actuaciones del gobierno bolivariano.
Queda demostrado que se tiene una inmensa capacidad para hacerle frente a las dificultades y de buscar su solución de manera colectiva; sobre todo cuando la violencia trata de prender fuego. Ellos saben bien, que esta enfermedad cuando ataca, afecta a todos por igual y que una sociedad enferma de violencia, es una sociedad inviable.
Tienen razones de sobra para alarmarse, pues en tiempos recientes han puesto al servicio de otros países, todos sus esfuerzos para que estos encuentren solución a tan grave problema, después de cargar a cuestas miles y miles de muertos. Centroamérica y Colombia, son un ejemplo.
La diferencia con nuestro país, es que los venezolanos prenden las alarmas a raíz de la ocurrencia de una serie de hechos violentos aislados que compromete solo el 5% de los 335 municipios, y que han dejado un saldo trágico de trece personas muertas. Nosotros en cambio, según las cifras oficiales, han sido contabilizados 200.000 mil compatriotas asesinados en 50 años de conflicto a lo largo y ancho de nuestra patria y no ha sido posible todavía unir al país, en la búsqueda de una solución definitiva.
Wilfredo Cañizares Arévalo
Febrero 28 de 2014