ANTE LA CRISIS SOCIO ECONÓMICA Y EL ABANDONO GUBERNAMENTAL, CÚCUTA SE MOVILIZA
Después de la burda campaña de intimidación ejecutada por sectores del gobierno municipal y las autoridades, en contra no solo de los organizadores de la jornada de protesta “Cúcuta me duele”, sino de la ciudadanía en general, con el objetivo de detener la realización de esta manifestación democrática, más de 5.000 personas de los distintos sectores sociales, económicos y políticos, salieron hoy desde las 9 de la mañana, a marchar desde cinco puntos de concentración, buscando que su voz sea escuchada, en medio de la más profunda crisis social y económica, que jamás haya vivido nuestra ciudad.
Esta iniciativa convocada por un importante grupo de organizaciones sindicales como la CUT, la CGT, la CTC y el movimiento estudiantil, al lado de los sectores más golpeados por el desempleo y la crisis económica, como los vendedores informales, los taxistas y los pequeños distribuidores de gasolina, respondieron de manera masiva y entusiasta al llamado de las centrales obreras.
Los protestantes corearon consignas en contra del alcalde de la ciudad y el Presidente de la República, contra la clase política y la corrupción. Exigían la instalación de un diálogo directo con el gobierno nacional, a través de la instalación de un consejo de ministros encabezado por el presidente Santos, en la ciudad de Cúcuta.
Nuevamente la dirigencia de los gremios económicos de la ciudad, las directivas de la Cámara de Comercio y FENALCO, a última hora desistieron de su participación, cuando las autoridades municipales, una vez más, se comprometieron en solicitarle al Presidente de la República, una serie de gabelas como la reducción del IVA, algunas exenciones tributarias y más rondas de negocios.
Estos representantes gremiales nuevamente han demostrado, que caminan en contravía de las aspiraciones y de los intereses de las mayorías cucuteñas y una vez más han optado por ponerse del lado de las promesas y la mentira.
Nuestra ciudad necesita de manera urgente un plan de emergencia económica y social, que contemple medidas de corto, mediano y largo plazo, serias y estructurales y no paños de agua tibia; en donde el Gobierno Nacional, asuma el compromiso de su financiación, con indicadores de servicios públicos, vías, vivienda, empleo, seguridad, obras públicas y fortalecimiento a la pequeña y mediana empresa, que permita la medición de los avances en términos reales, con garantías para la participación de todos los sectores de la ciudad.
Todos los indicadores sociales y económicos de la ciudad están por debajo de la media nacional y las cifras de violencia urbana no paran, así como tampoco disminuye la presencia de grupos armados ilegales y la proliferación de múltiples actividades ilegales y criminales en la frontera colombo venezolana.
Algunos de manera equivocada y otros mal intencionados, vienen tratando de vender la idea de que la crisis socioeconómica que actualmente vive la ciudad, es responsabilidad del gobierno venezolano, olvidando que lo que estamos viviendo hoy es consecuencia de décadas de abandono y desidia gubernamental, de la corrupción descarada, la politiquería diaria y la mediocridad e ineptitud de quienes han gobernado la ciudad.