ESTADOS UNIDOS FRENTE A VENEZUELA EN LA OEA: PERDIÓ LA INJERENCIA Y LA DESESTABILIZACIÓN
Por solicitud del Embajador y Representante Permanente el Panameño Arturo Vallarino, se realizó en Washington durante los días 6 y 7 de marzo, una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos - OEA -, para analizar la situación de violencia que está viviendo la República Bolivariana de Venezuela.
A pesar de que la reunión se llevó a cabo a puerta cerrada, por declaraciones entregadas a los medios de comunicación, se ha podido saber que esta reunión fue un verdadero debate, en donde nuevamente salieron a flote las enormes diferencias políticas que existen entre la gran mayoría de los países Latinoamericanos y los Estados Unidos.
Discusiones que giraron por un lado, alrededor de la estrategia estadounidense de mantener a la OEA, como un bastión para legitimar su política intervencionista, a través de la supuesta defensa de la democracia y los Derechos Humanos. Los mismos argumentos que han utilizado para intervenir y destruir países como Afganistán, Irak, Libia y Siria recientemente y más de una docena de países en los últimos treinta años.
La postura norteamericana fue representada esta vez por el acucioso Embajador Panameño, quien hizo todo lo posible por ganar los 18 votos necesarios para sacar adelante su propuesta de resolución. Que entre otras cosas, solicitaba convocar una reunión de cancilleres para debatir la situación de Venezuela, así mismo pedía que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos enviara un equipo de trabajo para verificar las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en este país.
Días anteriores, el gobierno de Panamá había hecho saber a través de medios de comunicación privados su postura, de que la OEA debía pronunciarse frente al serio problema que existía en Venezuela, convocando a los cancilleres a una reunión de consulta.
Estos pretendieron lograr una vez más, una declaración de apoyo favorable a la injerencia y deslegitimación del gobierno democráticamente electo en Venezuela, con el objetivo de pasar a una nueva fase en el cumplimiento de los planes desestabilizadores para la generación del caos y el desorden público, y derrocar al presidente Nicolás Maduro; fin último de una bien elaborada estrategia de sabotaje económico, violencia callejera y cubrimiento mediático por parte de medios de comunicación privados de Colombia, España y Estados Unidos principalmente.
Por otro lado el Embajador y Representante Permanente Boliviano Diego Pary Rodríguez, presentó una propuesta de resolución, en donde se hacía énfasis en el respeto a la soberanía nacional y la no intervención en los asuntos internos de Venezuela.
La resolución final fue aprobada por una gran mayoría de 29 votos a favor y solo 3 en contra, en donde quedaron desguarnecidos los Estados Unidos, Panamá y su encubridor de siempre Canadá.
Es de destacar la ecuanimidad de dicho acto, que inicia expresando los sentimientos de solidaridad con el pueblo Venezolano ante los hechos de violencia y alienta a persistir en el diálogo propuesto por el gobierno nacional. Como es apenas natural, rechaza de manera enérgica la utilización de la violencia y descarta de plano que una comisión observadora viaje a Venezuela, reconociendo el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados y su compromiso con la defensa de las instituciones democráticas.
Lo anterior es un claro y abierto deslinde de la nefasta influencia americana y de la práctica de estos, de utilizar los escenarios internacionales como la ONU, la UE y la OEA, entre otros, para desarrollar sus planes y políticas intervencionistas.
Por su parte el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, sostuvo que el camino de la reconciliación en Venezuela no pasa por el derrocamiento de un gobierno y añadió que el diálogo por la reconciliación debe ser conducido por los venezolanos.
Como era de esperarse, el representante Estadounidense se opuso a la resolución junto a Panamá; con el argumento difundido por el Departamento de Estado, de que esta resolución no refleja adecuadamente el compromiso de la Organización de promover la democracia y los Derechos Humanos en el hemisferio y llama la atención a la OEA de permanecer neutral. Un verdadero chiste. Si no fuera por lo serio del tema, sería como para morirse de la risa.
Para leer la declaración del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos - OEA - en la reunión del pasado 7 de marzo de 2014, favor consultar el siguiente link: http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-084/14
Para leer el discurso del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, favor consultar el siguiente link:
http://www.oas.org/es/acerca/discurso_secretario_general.asp?sCodigo=14-0011
A pesar de que la reunión se llevó a cabo a puerta cerrada, por declaraciones entregadas a los medios de comunicación, se ha podido saber que esta reunión fue un verdadero debate, en donde nuevamente salieron a flote las enormes diferencias políticas que existen entre la gran mayoría de los países Latinoamericanos y los Estados Unidos.
Discusiones que giraron por un lado, alrededor de la estrategia estadounidense de mantener a la OEA, como un bastión para legitimar su política intervencionista, a través de la supuesta defensa de la democracia y los Derechos Humanos. Los mismos argumentos que han utilizado para intervenir y destruir países como Afganistán, Irak, Libia y Siria recientemente y más de una docena de países en los últimos treinta años.
La postura norteamericana fue representada esta vez por el acucioso Embajador Panameño, quien hizo todo lo posible por ganar los 18 votos necesarios para sacar adelante su propuesta de resolución. Que entre otras cosas, solicitaba convocar una reunión de cancilleres para debatir la situación de Venezuela, así mismo pedía que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos enviara un equipo de trabajo para verificar las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en este país.
Días anteriores, el gobierno de Panamá había hecho saber a través de medios de comunicación privados su postura, de que la OEA debía pronunciarse frente al serio problema que existía en Venezuela, convocando a los cancilleres a una reunión de consulta.
Estos pretendieron lograr una vez más, una declaración de apoyo favorable a la injerencia y deslegitimación del gobierno democráticamente electo en Venezuela, con el objetivo de pasar a una nueva fase en el cumplimiento de los planes desestabilizadores para la generación del caos y el desorden público, y derrocar al presidente Nicolás Maduro; fin último de una bien elaborada estrategia de sabotaje económico, violencia callejera y cubrimiento mediático por parte de medios de comunicación privados de Colombia, España y Estados Unidos principalmente.
Por otro lado el Embajador y Representante Permanente Boliviano Diego Pary Rodríguez, presentó una propuesta de resolución, en donde se hacía énfasis en el respeto a la soberanía nacional y la no intervención en los asuntos internos de Venezuela.
La resolución final fue aprobada por una gran mayoría de 29 votos a favor y solo 3 en contra, en donde quedaron desguarnecidos los Estados Unidos, Panamá y su encubridor de siempre Canadá.
Es de destacar la ecuanimidad de dicho acto, que inicia expresando los sentimientos de solidaridad con el pueblo Venezolano ante los hechos de violencia y alienta a persistir en el diálogo propuesto por el gobierno nacional. Como es apenas natural, rechaza de manera enérgica la utilización de la violencia y descarta de plano que una comisión observadora viaje a Venezuela, reconociendo el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados y su compromiso con la defensa de las instituciones democráticas.
Lo anterior es un claro y abierto deslinde de la nefasta influencia americana y de la práctica de estos, de utilizar los escenarios internacionales como la ONU, la UE y la OEA, entre otros, para desarrollar sus planes y políticas intervencionistas.
Por su parte el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, sostuvo que el camino de la reconciliación en Venezuela no pasa por el derrocamiento de un gobierno y añadió que el diálogo por la reconciliación debe ser conducido por los venezolanos.
Como era de esperarse, el representante Estadounidense se opuso a la resolución junto a Panamá; con el argumento difundido por el Departamento de Estado, de que esta resolución no refleja adecuadamente el compromiso de la Organización de promover la democracia y los Derechos Humanos en el hemisferio y llama la atención a la OEA de permanecer neutral. Un verdadero chiste. Si no fuera por lo serio del tema, sería como para morirse de la risa.
Para leer la declaración del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos - OEA - en la reunión del pasado 7 de marzo de 2014, favor consultar el siguiente link: http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-084/14
Para leer el discurso del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, favor consultar el siguiente link:
http://www.oas.org/es/acerca/discurso_secretario_general.asp?sCodigo=14-0011